Vol. 11 (1): Junio 2008 |
Tantas focas en tan poco tiempo...: |
Año | Descripción | Referencia |
1492 | El primer dato de la foca monje del Caribe se remonta al segundo viaje de Colón, en el que cazaron 8 ejemplares para alimentarse. | Kerr 1824 |
1600s-1900s | La foca monje del Caribe fue intensamente explotada por su grasa, y en menor medida para comer, para el estudio científico, y para colecciones zoológicas tras la colonización europea. | Allen 1880 |
1849 | La foca monje del Caribe se describió en la literatura científica a partir de un especimen procedente de Jamaica. | Gray 1849 |
1886 | Se informa de su presencia en Triangle Keys, en el Golfo de Campeche, donde se mataron 49 ejemplares durante una expedición científica. | Ward 1887 |
1897 | El Acuario de Nueva York adquirió dos especímenes capturados en Triangle Keys. | Townsend 1909 |
1906 | El 25 de febrero, unos pescadores mataron una foca monje del Caribe a cinco millas de Key West, Florida. Este fue el primer avistamiento de la especie en Florida en aproximadamente 30 años. | Townsend 1906 |
1909 | El Acuario de Nueva York recibió cuatro focas monje del Caribe vivas de un distribuidor en Progreso, Yucatán. En aquel momento, la última población de la foca monje del Caribe se limitaba a las islas y los arrecifes de las de Yucatán, Mexico. | Townsend 1909 |
1911 | Una expedición en la costa de Mexico mató unas 200 focas para coleccionistas y estudiosos científicos. | Gaumer 1917 |
1922 | Una foca monje fue muerta por un pescador cerca de Key West, Florida, el 15 de marzo. Éste fue el último avistamiento confirmado en los Estados Unidos. Townsend señaló que quedaba una pequeña colonia de cría aún en Triangle Islands, en las islas del Banco de Campeche de Mexico. | Townsend 1923 |
1932 | Tras entrevistar algunas personas que habían visto focas en la región inferior de la Laguna Madre de Texas, Gordon Gunter concluye que algunas focas monje del Caribe se encuentran dispersas a lo largo de la costa de Texas en una fecha tan tardía como 1932 (Gunter 1947). Más tarde se sugirió que los supuestos avistamientos de focas a lo largo de la costa de Texas probablemente fueran leones marinos de California asilvestrados. | Gunter 1968 |
1949 | La UICN incluyó a la foca monje del Caribe en una lista de 14 mamíferos cuya supervivencia se considera un asunto de preocupación internacional que requiere protección inmediata. | Westermann 1953 |
1952 | CB Lewis realizó la última cita fiable de foca monje del Caribe en una pequeña colonia de focas, en las afueras del banco de Seranilla (Colombia), entre Jamaica y la península de Yucatán. | Rice 1973 |
1973 | La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) distribuyó folletos en Inglés y Español en toda la región del Caribe, ofreciendo 500 dólares a cambio de información sobre los avistamientos de la especie. No se pudieron confirmar nuevos avistamientos. | Boulva 1979 |
1973 | El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los EE.UU. emprendió reconocimientos aéreos que se realizaron frente a la península de Yucatán, el sur de Nicaragua y el este de Jamaica, visitando todos los lugares propuestos por Rice. La especie no fue avistada en la zona de estudio. | Kenyon 1977 |
1980 | La Estación Biológica del Ártico, dependiente del Departamento de Pesca y Océanos de Canadá, apoyó la búsqueda de pruebas de presencia de foca monje del Caribe, en islas remotas del sudeste de Bahamas mediante un barco y realizando entrevistas con pescadores locales. La búsqueda desde el barco no produjo ningún avistamiento de focas. Las entrevistas con los pescadores proporcionaron algunos nuevos relatos de focas en la zona durante los años 1960 y 1970, pero las observaciones no se pudieron confirmar como de foca monje del Caribe. | Sergeant et al. 1980 |
1984 | Del 5 al 15 de Septiembre se realizó una exploración en todo el Golfo de Mexico hasta Campeche, Mexico, a bordo del Robert G. Sproul, un buque de investigación de la Scripps Institution of Oceanography. Los entrevistadores visitaron tres grupos de islas frente a la costa norte de la Península de Yucatán que se consideraban sitios de descanso aún utilizados por la foca monje: Islas Triangulos, Cayo Arenas y Arrecife Alacrán. Otra isla, Cayo Arcas, fue visitada por helicóptero el 7 de Septiembre de 1984. No se produjeron avistamientos ni se obtuvieron pruebas de la presencia de la especie. | LeBoeuf et al. 1986 |
1985 | La Comisión de Mamíferos Marinos de Estados Unidos encargó un estudio entre pescadores locales, residentes en la costa, y marineros del norte de Haití. Dos de las 77 personas entrevistadas informaron haber visto una foca; uno de los avistamientos, en Île Rat, en la bahía de l'Acul en 1981, se consideró fiable. En ninguno de los dos casos, sin embargo, fue posible confirmar que el avistamiento correspondía a una foca monje del Caribe. | Woods and Hermanson 1987 |
1996 | El Grupo de Especialistas en Focas de la UICN incluye a la foca monje del Caribe como extinguida en su Lista Roja de especies amenazadas y en peligro. | Seal Specialist Group 1996 |
1997 | Basándose en entrevistas con 93 pescadores en el norte de Haití y Jamaica en 1997, se concluyó que existía una cierta probabilidad de que la foca monje del Caribe aún pudiera sobrevivir en esta región. Se preguntó a los pescadores que seleccionaran las especies marinas que conocían a partir de un grupo aleatorio de imágenes: 22,6 por ciento (n = 21), seleccionó la foca monje. El 78 por ciento de éstos (n = 16), habían visto al menos una en los últimos 1-2 años. | Boyd and Stanfield 1998 |
2001 | Un examen de los datos de avistamientos y varamientos de focas y mamíferos marinos en el sureste de datos EE.UU. y el Caribe mostró que se habían observado algunos pinnípedos identificados como fócidos árticos entre 1917 y 1996. Se trataba de animales que se habían extraviado en las aguas tropicales y subtropicales del Atlántico Norte occidental. Debido a los avistamientos confirmados de especies árticas en la región del Caribe, la mayoría de ellas Focas de casco (Cystophora cristata); a las observaciones confirmadas y fiables de leones marinos de California que habían escapado de su cautiverio; y a la falta de observaciones fiables de foca monje del Caribe desde 1952, los autores concluyeron que los avistamientos no identificados desde 1952, era altamente probable que no fueran de focas monje del Caribe. | Mignucci-Giannoni and Odell 2001 |
2007 | Basándose en un examen de datos de varamientos, entre 1996 y 2008 se notificaron en el sureste de EE.UU 22 avistamientos más de Foca de casco y nueve más en las aguas tropicales y subtropicales del Atlántico Norte occidental. | Southeast U.S. Marine Mammal varamiento Database data 2008 |
2008 | La revisión sobre el status de la especie en EE.UU. llega a la conclusión de que los recientes avistamientos pinnípedos han sido de otras especies, y no de focas monje del Caribe. Se concluye que ha pasado el tiempo suficiente desde la última observación fiable para inferir la extinción de la especie. | NMFS 2008 |
Debido a su costumbre de salir a las playas a dormir y descansar, las focas monje del Caribe fueron fácil e intensamente explotadas como fuente de grasa por parte de los europeos colonizadores de la región, y en menor medida para aprovechar su carne, para el estudio científico, y las colecciones zoológicas. Las focas presumiblemente fueron cazadas en pequeñas cantidades durante los años 1500 y 1600, con una intensa explotación a partir del final de los años 1600. Adam (2004) ofrece una excelente revisión histórica sobre la explotación de la foca monje del Caribe. La grasa se procesaba y utilizaba para la lubricación de la maquinaria, el calafateo de embarcaciones, y como aceite de lámparas y de cocina. En una fecha tan tardía como 1800, había un gran número de focas en algunas zonas, y se las cazaba para alimentar a los marineros y pescadores hasta aproximadamente 1885. Nos consta que por lo menos en un caso, dos focas monje fueron muertas simplemente “por diversión”(Allen 1880).
Prácticamente no hay documentación de los niveles de capturas ni de los otros impactos que desembocaron en la desaparición de esta especie; aún así, se ha realizado un modelo de que reconstruye el declive y los patrones geográficos de la extinción a partir de los datos históricos disponibles (McClenachan y Cooper 2008). El intenso nivel de explotación que se produjo durante el período relativamente breve en que los seres humanos se dedicaron a la caza de focas acabó fatalmente en la rápida disminución de la población en todo su territorio. Debido a la fuerte presión cinegética sobre la población tras la llegada de los europeos a la región del Gran Caribe, la especie pasó de ser considerada común a ser tenida como rara a mediados de los años 1800 (Allen, 1887a, Elliot 1884, Gratacap 1900).
Durante el siglo XIX, la distribución de la foca monje del Caribe se vio cada vez más fragmentada y su rango geográfico se estaba reduciendo drásticamente ya cuando la especie fue descrita taxonómicamente por primera vez (Gray 1886). En consecuencia, había muy poca información sobre la especie cuando se organizaron algunas expediciones científicas para estudiarla. Al haber informaciones de que la especie escaseaba en estado salvaje, se organizaron expediciones para capturar especímenes vivos para parques zoológicos (Townsend, 1909), y de especímenes muertos por los estudios científicos (Allen, 1887b, 1887c, Ward 1887). Se cree que las expediciones a la región del Triangle Keys en la península de Yucatán (Gaumer 1917, Ward 1887) condujeron a la eliminación de lo que tal vez fue una de las últimas grandes colonias de focas monje del Caribe. Existen muy pocas informaciones de la existencia de focas en las siguientes expediciones realizadas a esta región a principios del siglo XX.
En 1949, la Conferencia Internacional sobre la Protección de la Naturaleza (Conferencia Científica de las Naciones Unidas sobre la Conservación y Utilización de Recursos) incluyó a la foca monje del Caribe en una lista de 14 mamíferos cuya supervivencia se consideraba ya entonces un asunto de preocupación internacional que requería protección inmediata (Westermann 1953). A pesar de esto, el último avistamiento confirmado se produjo en 1952 en los bancos de Seranilla en el Caribe occidental (Rice 1973), lo cual limitaba los esfuerzos de conservación que se pudieran plantear para la especie. Se produjeron avistamientos de pinnípedos no confirmados que dieron lugar a la especulación de que la foca monje del Caribe seguía estando presente en algunas colonias aisladas. Por esto, se realizaron varios intentos de confirmar informaciones de presencia de la especie en o cerca del mar Caribe, Golfo de Mexico, el sur de Bahamas y la costa atlántica de las Antillas Mayores desde la década de 1970 hasta la década de 1990 (Tabla 1).
Tras una revisión del estatus de la especie en 1984, la Comisión de Mamíferos Marinos de EE.UU. contrató un estudio para entrevistar a los pescadores locales, los residentes y los marineros a lo largo de la costa norte de Haití. Aunque dos personas informaron de avistamiento de focas, no hay pruebas tangibles para confirmar si los avistamientos eran de focas monje del Caribe o de alguna otra especie.
Sin embargo, sobre la base de un avistamiento considerado verosímil, se creyó que algunos animales podrían permanecer aislados en regiones remotas de la costa norte de Haití (Woods y Hermanson 1987). Un estudio posterior entrevistando a pescadores en aguas frente a Haití y Jamaica también generó algunos relatos de avistamientos de focas pero, de nuevo, no hubo pruebas que corroborasen que estos avistamientos fueran de focas y, mucho menos, de foca monje del Caribe (Boyd y Stanfield, 1998).
Después de estos estudios se realizó una revisión de datos de avistamientos y varamientos que proporcionó pruebas de que varios fócidos árticos habían sido identificados sin rastro de duda en las aguas tropicales y subtropicales del Atlántico Noroccidental entre 1917 y 1996 (Mignucci-Giannoni y Odell, 2001). Más recientemente, el análisis de los datos de varamientos del NMFS entre 1997 y 2007 desveló que se habían producido 22 avistamientos de Foca de casco en el sureste de EE.UU. y el Caribe (Tabla 2). Nueve de esos informes se produjeron en Florida o en la región del Caribe (base de datos de varamiento de Mamíferos Marinos en el sudeste de EE.UU de 2008 de la NMFS). Todos los avistamientos confirmados han sido de especies árticas divagantes en la región del Caribe.
Se han documentado focas de casco, por lo general juveniles, divagando en amplias zonas. Esta capacidad de amplio movimiento de la foca de casco (Cystophora cristata) ha sido recientemente respaldada por investigaciones de su ADN, que muestran que existe intercambio genético entre las cuatro principales zonas de reproducción. Coltman et al. (2007) informó de que los análisis de microsatélites y ADNmt indican que la población mundial de Foca de casco podría considerarse lo que se denomina una población reproductora de tipo panmíctico. Se han registrado muchos avistamientos y varamientos de Foca de casco en el sureste de Estados Unidos y el Caribe (Mignucci-Giannoni y Odell 2001, Mignucci-Giannoni 1989, Mignucci-Giannoni y Haddow 2001, NMFS 2008), y la Foca de casco también se ha visto en el Mar Mediterráneo en torno al Estrecho de Gibraltar (Bellido et al 2007). Aunque algunos avistamientos de foca en el Caribe no se habían identificado como una especie en particular, todos aquellos que han sido confirmados en las últimas décadas dentro de lo que fue la zona de distribución de la foca monje del Caribe han sido finalmente de otras especies: leones marinos de California posiblemente asilvestrados (Zalophus californianus) (Rice 1973), identificaciones erróneas de manatíes (Trichechus manatus), o focas de casco (Mignucci-Giannoni y Haddow 2002, Mignucci-Giannoni y Odell 2001, NMFS 2008).
Tabla 2.
Avistamientos y varamientos de focas de casco y de otras especies de pinnípedos en el sureste de EE.UU. y el Caribe, en lo que fue la zona de distribución de la foca monje del Caribe. Incluye observaciones de Florida y el Caribe desde 1997 a 2007.
Especie | Varamiento/ Avistamiento | Fecha | Localidad | Estado/ Territorio/País | Sexo | Longitud (cm) | Peso (kg) |
foca común | varamiento | 02 Mayo 1997 | Fernandina Beach | Florida | F | 157 | 41.7 |
foca de casco | varamiento | 05 Septiembre 1999 | Corova | North Carolina | M | ― | 38.2 |
foca de casco | varamiento | 01 Marzo 2000 | Kitty Hawk | North Carolina | F | 119 | ― |
foca de casco | varamiento | 27 Marzo2001 | Avon | North Carolina | — | 109 | ― |
foca de casco | varamiento | 20 Julio 2001 | Vega Baja | Puerto Rico | — | — | — |
foca de casco | varamiento | 21 Julio 2001 | Cape Hatteras | North Carolina | M | 114 | 37.0 |
foca de casco | varamiento | 06 Agosto 2001 | Cape Lookout | North Carolina | F | 96 | 22.0 |
foca de casco | varamiento | 12 Agosto 2001 | Runaway Beach, St. John’s | Antigua | M | 108 | 28.0 |
foca de casco | varamiento | 19 Agosto 2001 | Ft. Fisher, Dare | North Carolina | M | 94 | 22.7 |
foca de casco | varamiento | 28 Agosto 2001 | Pea Island NWF | North Carolina | ― | ― | ― |
foca común | varamiento | 28 Febrero 2004 | New Smyrna Beach | Florida | M | 100 | 18.1 |
foca de casco | varamiento | 28 Septiembre 2005 | Not reported | Antigua | F | — | — |
foca no ident. | avistamiento | 25 Diciembre 2005 | Chapman Lagoon, Biscayne Bay | Florida | — | — | — |
foca común | varamiento | 21 Febrero 2006 | Cape Canaveral, Brevard | Florida | M | 140 | 47.6 |
foca de casco | varamiento | 16 Mayo 2006 | Duck | North Carolina | M | 113 | ― |
León marino de Sudamérica | varamiento | 06 Junio 2006 | Vega Alta | Puerto Rico | ― | 122 | 49.9 |
foca de casco | varamiento | 27 Julio 2006 | Ocean Sands | North Carolina | M | 113 | 31.9 |
foca de casco | varamiento | 03 Agosto 2006 | Rio Grande | Puerto Rico | F | 89 | 15.4 |
foca de casco | múltiples avistamientos (no confirmado) | 05-07 Agosto | Port Canaveral hasta Sebastian Inlet | Florida | — | — | — |
foca de casco | varamiento | 08 Agosto 2006 | Shackleford Banks | North Carolina | M | 124 | 20.0 |
foca de casco | avistamiento (no confirmado) | 13 Agosto 2006 | St. Thomas | U.S.V.I. | — | — | — |
foca de casco | varamiento | 16 Agosto 2006 | Melbourne Beach | Florida | F | 111 | 24.5 |
foca de casco | varamiento | 15 Septiembre 2006 | Wrightsville Beach | North Carolina | M | 113 | 35.7 |
foca de casco | varamiento | 16 Septiembre 2006 | Hobe Sound | Florida | F | 107 | 29.5 |
foca de casco | varamiento | 17 Septiembre 2006 | West Palm Beach | Florida | F | 101 | 31.7 |
foca de casco | avistamiento | 21 Septiembre 2006 | ― | North Carolina | ― | ― | ― |
foca barbuda | varamiento | 03 Mayo 2007 | Stuart, Martin | Florida | M | 193 | 186.3 |
foca de casco | múltiples avistamientos de animales vivos (confirmado) | Agosto 2006 | Megans Bay, St. Thomas | U.S.V.I. | ― | ― | ― |
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La extinción de una especie debido a procesos desencadenados por el hombre puede ser bastante rápida. Después de tan sólo unos cincuenta años de caza comercial entre 1800 y 1860, el elefante marino boreal (Mirounga angustirostris), cazado por su grasa, casi se extinguió (Townsend, 1885). Afortunadamente, sus poblaciones se han recuperado muy bien después de que se prohibiera su caza. Es lamentable que a la foca monje del Caribe no se le diera una protección adecuada a su debido tiempo, y que se haya convertido en la primera especie de pinnípedo extinguida en los tiempos modernos como resultado directo de las actividades humanas. La rapidez con la que el hombre puede eliminar una especie de la naturaleza debe servir como recordatorio de la necesidad de que continúe el apoyo a la investigación, a los esfuerzos de conservación dinámica y a la cooperación internacional para aplicar medidas de conservación y recuperación de especies amenazadas y en peligro.
La extinción de la foca monje del Caribe demuestra cuan importante es tomar acciones inmediatas de conservación en cuanto una especie muestra signos de declive, con independencia de la información disponible sobre ella. Hay que implementar acciones de conservación inmediatamente, mientras que en paralelo se realizan tareas de investigación y seguimiento de manera coordinada para comprender mejor las amenazas que pesan sobre sus poblaciones, y para inferir cómo puede que responda la especie a las acciones de conservación a través de un modelo adaptativo de gestión.
La investigación no sólo debe centrarse en el comportamiento y la historia de la especie, sino que también debe valorar su contexto ecológico a fin de gestionar eficazmente su recuperación a largo plazo. Según muestran los modelos históricos de la productividad de los arrecifes del Caribe (McClenachan y Cooper 2008), la biomasa presente actualmente podría mantener una población de focas estimada entre un cuarto y un sexto de la población existente antes de la llegada de los humanos. Si aún existieran focas en la región hoy en día, para recuperar las poblaciones habría que plantearse la restitución de ecosistemas sanos de arrecifes y suficientemente productivos, junto con la preservación de sus sitios de descanso.
Las estrategias modernas de conservación toman en consideración, además de los impactos directos sobre la especie, la comprensión de los procesos naturales y las actividades humanas que afectan a los ecosistemas.
Es necesario incorporar estrategias adaptativas en los planes de conservación y recuperación para dar respuesta a nuevas informaciones o situaciones que puedan producirse y así resolver el desafío de la gestión de los ecosistemas: mantener la poblaciones estables y gestionar la recuperación a largo plazo de especies que se encuentran amenazadas o en peligro de extinción.
El éxito de las estrategias de conservación y recuperación de las las poblaciones de foca monje del Mediterráneo y de Hawai, ambas al borde de la extinción, dependerá del éxito de las tareas de estudio y seguimiento continuado de las poblaciones, las estrategias de gestión adaptativa y la cooperación efectiva entre las partes interesadas. Sólo así podrán aplicarse las medidas de conservación necesarias para recuperar estas especies de Monachus a niveles sostenibles, en el seno de un ecosistema sano. La extinción de la foca monje del Caribe es lamentable, pero debe servir como un referente para la conservación de las especies y sus hábitat, y como un recordatorio de que las especies pueden, extinguirse rápidamente en un par de vueltas de nuestro reloj. De que pueden... y de que efectivamente lo hacen.
Quiero agradecer a quienes revisaron y comentaron los borradores de los documentos de revisión del estatus de la especie, a partir de los cuales se ha resumido gran parte de esta información: Jason Baker, Gordon Waring, y Larry Hansen, del National Marine Fisheries Service; David Laist, de la Comisión de Mamíferos Marinos de EE.UU., Ian Boyd, de la Universidad de St. Andrews, William Johnson, de Monachus Guardian; gracias a la red de varamiento de mamíferos marinos del sudeste de EE.UU. por la recogida de datos de varamientos, y gracias a Amanda Frick del NMFS por su ayuda con el SIG.
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