Vol. 11 (1): Junio 2008 |
Un estudio determina que la foca monje del Caribe está definitivamente extinguidaEn una revisión recientemente publicada, se llega a la conclusión de que la foca monje del Caribe se ha extinguido, y que los informes de avistamientos que han generado muchas esperanzas en las últimas décadas, probablemente sean de otras especies diferentes de Monachus tropicalis. En este número de TMG, Kyle Baker, biólogo pesquero del Servicio Nacional de Pesquerías Marinas (NMFS) de la NOAA publica un artículo sobre la base de este estudio realizado durante 5 años: Tantas focas, tan poco tiempo: La rápida extinción de la foca monje del Caribe. La Comisión de Mamíferos Marinos de EE.UU. hizo suya la conclusión del informe agregando que "se recomienda, con pesar, que el NMFS proceda a dar los pasos necesarios para eliminar a la foca monje del Caribe de la Lista de Fauna Silvestre Amenazada y en Peligro de la Ley de Especies Amenazadas en base a la constatación de la extinción de la especie". El NMFS está preparando la publicación de una propuesta de norma federal para ese fin. Más informaciónNMFS. 2008. Endangered Species Act 5-Year Review for the Caribbean Monk Seal (Monachus tropicalis). National Marine Fisheries Service Southeast Regional Office, St. Petersburg, Florida, March 7, 2008: 1-20. [PDF 255KB] Marine Mammal Commission. 2008. The biological viability of the most endangered marine mammals and the cost-effectiveness of protection programs. The Marine Mammal Commission’s Report to Congress, February 2008: 1-448. [PDF 5.5MB] |
Los registros históricos desde los siglos 17 y 18 muestran un gran número de focas monje, distribuidas en 13 colonias de todo el Caribe.
Eran tan abundantes que algunos mapas de las Indias Occidentales señalaban los lugares en los que la presencia de focas era particularmente notable.
Lamentablemente para Monachus tropicalis, la colonización de las Indias Occidentales desató una caza desenfrenada: el botín era el aceite de foca que se utilizó para engrasar la maquinaria de las plantaciones de azúcar.
Hacia el final del siglo XIX, las focas se encontraban confinadas a un último reducto de unos pocos atolones y la especie vio cómo los coleccionistas privados y de museos de historia natural, deseosos de tener un esqueleto de foca monje, se convertían en sus peores enemigos.
En un desastroso episodio, una expedición de entusiastas de la historia natural fue a México en 1911 y mató a 200 focas, dejando sólo un puñado de animales vivos, empujando aún más a la maltrecha población hacia la extinción.
En un estudio publicado el miércoles en la revista británica "Actas de la Royal Society B", los oceanógrafos McClenachan Loren y Andrew Cooper realizan un extraordinario ejercicio de bioestadística retrospectiva en el que recrean la vida y la triste desaparición de esta especie de foca.
Calculan que antes de la masacre, vivían en el Caribe entre 233.000 y 338.000 focas monje. Esa enorme población sólo puede sobrevivir, por supuesto, gracias a una enorme oferta de alimento.
McClenachan y Cooper estiman que, aproximadamente, cada foca adulta come unos 245 kilos (539 libras) de peces al año, y que una foca joven necesita unos 50 kilos.
"La biomasa de peces necesaria para mantener la población de foca monje que estimamos que existía es de cuatro a seis veces mayor que el promedio de la que hay hoy en día en los arrecifes del Caribe. Esta cantidad supera la que se encuentra en los más prístinos arrecifes de coral del Caribe y es similar a los niveles existentes en los más prístinos arrecifes del Pacífico remoto” dice su documento.
El estudio hace un análisis detallado del ritmo de degradación de los arrecifes de coral del Caribe, donde el mayor problema ha sido la sobrepesca, y afirman que “Si queremos comprender el profundo y duradero efecto de la caza de las focas sobre el funcionamiento de los sistemas de arrecifes de coral, debemos ser capaces de hacer una reconstrucción realista de cómo eran estos ecosistemas en el pasado”.
La extinción de la foca monje también tuvo una enorme repercusión en toda la red alimentaria del Caribe. La eliminación de uno de los principales depredadores permitió que algunas especies de peces ampliaran sus poblaciones a expensas de las demás, causando a la larga una total transformación de la estructura de la diversidad biológica.
– Caribbean Net News, 19 March 2008, Extinct seal tells of once-teeming Caribbean reefs.
McClenachan, Loren and Andrew B. Cooper. Extinction rate, historical population structure and ecological role of the Caribbean monk seal. 2008. Proceedings of The Royal Society B – Biological Sciences: 1-8. [Abstract]
Copyright © 2008 The Monachus Guardian. Todos los derechos reservados. |