Vol. 9 (2): Noviembre 2006 |
Italia
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A consecuencia del incidente, Desertinha permaneció varios días cerca de una instalación turística de Funchal , donde pudo ser observada por bastante gente. En consecuencia, se procedió a aislar la zona y el Centro de Rescate y Rehabilitación de focas (Seal Rehabilitation and Rescue Centre-SRRC) de Pieterburen envió un especialista a Madeira para apoyar una eventual operación de rescate.
Se decidió proceder a tratar la herida, que parecía seriamente infectada, de modo que se organizó una operación de captura, teniendo en cuenta que la operación debía ser abortada en caso de reacción adversa por parte del animal.
Para ello se contó con la participación de la Armada Portuguesa, el Museo de las Ballenas y la Asociación de Rescate en la Mar. A pesar de todo el despliegue, Desertinha se escabulló cuando notó la proximidad de los barcos y la perdimos.
Prácticamente todo el mundo en Madeira oyó hablar del caso aquellos días, y Desertinha se convirtió en la estrella de la televisión y los periódicos.
Fue gracias a la cobertura mediática, especialmente valiosa en el caso de los buceadores y pescadores, que pudimos localizarla de nuevo en la cueva marina en la que se escondió durante los dos días siguientes. Cuando entramos en la cavidad para confirmar su presencia e intentar darle unos peces que contenían antibióticos se nos volvió a escapar.
Durante los 13 días siguientes se desplazó por la costa Sur de Madeira. Pudimos comprobar en varias ocasiones que se iba recuperando, aunque seguía sin mover su parte posterior.
Desde entonces ha sido vista a menudo en la Reserva Natural de Garajau, en la costa sur. Ha recuperado la movilidad de las aletas traseras, pero parece que no ha recuperado la confianza de volver a las Desertas.
Desertinha fue, en Mayo y Junio, un tema de conversación habitual entre la gente de Madeira, consiguiendo lo que habíamos intentado durante años mediante campañas de sensibilización ambiental: generar una oleada de solidaridad de los ciudadanos con la Foca Monje y su conservación.– Rosa Pires, Parque Natural da Madeira.
Durante una semana de Julio, un aprendiz del Parque Natural da Madeira (PNMS) y un veterinario del Departamento Regional de Pesca que colabora habitualmente con el Parque recibieron un curso de formación para aprender a realizar necropsias y procesos de rehabilitación de focas en el Centro de Rescate y Rehabilitación de focas (Seal Rehabilitation and Rescue Centre-SRRC) de Pieterburen, en Holanda. – Rosa Pires, Parque Natural da Madeira.
El 14 de Agosto apareció una Foca Monje flotando cerca de Ilhéu Chão, en la Reserva Natural de las Islas Desertas. Se trataba de un macho que medía 161 cm.
Un veterinario del SRRC y un patólogo de la Universidad de Rotterdam realizaron la autopsia al animal. Lamentablemente, dado el avanzado estado de descomposición del cuerpo, no se pudo alcanzar un diagnóstico claro, pero aún así se tomaron muestras para análisis bacteriológicos y virológicos posteriores.
Unos días antes -el 3 de Agosto- apareció una foca de Casco (Cystophora cristata) que fue sometida a un proceso de recuperación de tres días. A pesar de los esfuerzos realizados el animal murió. Su necropsia indica que la causa de la muerte podría ser una neumonía. Es la primera vez que se registra la presencia de esta especie en el archipiélago de Madeira. – Rosa Pires, Parque Natural da Madeira.
Debido a la mayor presencia de individuos de foca monje en la costa de la isla de Madeira y a tras las quejas de los pescadores de que las focas dañan sus redes, el Parque Natural de Madeira (PNM) tomó la educación ambiental como linea de trabajo prioritaria en 2006.
Dentro de este programa, se sugirió a los ayuntamientos la realización de una charla explicando a pescadores y demás usuarios de la mar "Cómo comportarse en presencia de una foca monje". Este evento se programó dentro de sus respectivos programas de Bandera Azul.
Uno de los Ayuntamientos más activos fue Santa Cruz. Ante los frecuentes avistamientos que se producen en este municipio, se organizó una Semana de la Foca Monje los días 22 al 27 de Agosto que incluía una exposición itinerante, actividades infantiles, charlas y presentaciones para la población.
Simultáneamente, se mantuvieron contactos con pescadores para buscar posibles soluciones al problema de los daños causados por las focas en los artes de pesca y compartir con ellos nuestro interés en el tema.– Rosa Pires, Parque Natural da Madeira.
Previamente a la mortandad masiva que sufrió la colonia de foca monje de Cabo Blanco en 1997, se detectaba una media de 52 nacimientos al año en las cuevas de cría utilizadas por esta población.
Tras la drástica reducción poblacional que el mencionado evento supuso, y en el que se estima que murieron alrededor de 200 de los 350 animales que componían la población, la productividad disminuyó hasta 24 crías detectadas en 1998. [ver Hopeful signs at Cabo Blanco, TMG 7 (1): Junio 2004 -en inglés-].
Desde el comienzo de esfuerzos de conservación en la zona en el 2000 bajo el marco del Plan de recuperación de la Foca Monje en el Atlántico Oriental (CMS/UNEP) hasta la fecha, la población de focas ha ido mostrando signos de recuperación.
Desde el establecimiento de la zona de prohibición de la pesca y la eliminación de las molestias en torno a las cuevas de cría en 2001, el número de animales encontrados muertos (exceptuando las crías) se ha reducido, y ha aumentado la presencia de animales tanto en las cuevas de cría, como de machos adultos en territorios aledaños la reserva.
Durante estos años, la productividad se ha mantenido estable con un ligero incremento en 2004 y 2005, en los que nacieron 29 crías. En cambio, durante este año 2006, el número de nacimientos ha aumentado de forma considerable, habiendo nacido hasta la fecha de edición de esta noticia 46 crías, lo que supone un incremento en la productividad de la colonia durante este año de más del 50%. El esfuerzo de seguimiento de las cuevas de cría no ha variado de forma significativa respecto a años anteriores, por lo que este incremento no es achacable al método de seguimiento. En cambio, se ha identificado como hembras con crías a hembras de las que no se tenía constancia previa de su reproducción. Por ello, y a pesar de que la época de reproducción y el análisis de los datos todavía no ha finalizado, parece que la incorporación de nuevas hembras al segmento reproductivo de la colonia ha motivado este incremento en la productividad de la misma.
La mayor productividad de esta colonia se veia venir, y constituye un hecho que indudablemente contribuirá a acelerar la recuperación de la población de Foca Monje de Cabo Blanco. – Miguel Angel Cedenilla y Pablo Fernández de Larrinoa, CBD-Habitat Foundation.
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