Vol. 10 (1): Junio 2007 |
Felices de quedarnos sin ellapor İlksen Dinçer Baş
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La ceremonia de su liberación fue perfecta. Sus cuidadores, los voluntarios, los amantes de las focas, los medios de comunicación, los sonrientes y uniformados costaleros que transportaban la caja, el ministro y el alcalde: todos estaban ahí para celebrar su liberación.
Todo el mundo se convirtió en su familia hace tiempo, en cuanto pudieron ver las fotos y las imágenes de video de Badem. Se les ponía la sonrisa en la cara y lanzaban exclamaciones como si estuvieran mirando un album de fotos de alguien conocido. ¡Ahí estaba ella con sus oscuros ojitos encogidos hacia dentro! ¡Qué flaca estaba cuando la encontraron! ¡Fíjate cómo muerde la manguera! ¡Qué ricura! ¡Vaya! ¡Está persiguiendo una anguila como si fuera un cohete... mirala con los ojos bizcos!
Hace cinco meses hubo una tormenta muy violenta. Nadó sola en un mar tan vacío como un desierto en un día frío de invierno. Su instinto la mantuvo viva. En cuanto alcanzó las costas de Didim, salió del mar y se dejó ir sobre el lecho de algas. Por poco no lo consigue. Aún así, algunos paseantes bien intencionados que la vieron salir a la playa intentaron devolverla al mar como se suele hacer con los delfines cuando encallan en la costa. Gracias a una llamada de AFAG cesaron los intentos y el veterinario de Didim tomó las medidas apropiadas.
Desde entonces, todo el esfuerzo de décadas para proteger a la foca monje empezó a dar frutos. Recogimos las semillas que plantamos: todos los que durante años habíamos participado o nos habíamos interesado por las focas nos organizamos y dimos lo mejor de nosotros a lo largo de los procesos de rescate y rehabilitación. Mustafa Koc, un hombre de negocios, financió la operación. El municipio de Foça construyó una unidad de rehabilitación completamente equipada. El SRRC mandó uno de sus mejores cuidadores. Los pescadores le llevaban pulpos. Los periodistas se apresuraron a difundir la buena noticia. Era nuestro primer bebé.
Al principio, intentaba mamar de puertas y paredes. Ojos bizqueantes y un furioso -o curioso a veces- "¡Baaa!" eran sus señas de identidad. "Tiene un genio que no veas" o "muy lista y salvaje" dicen todos los que la conocen. Al tercer mes pregunté por qué siempre se instalaba en la piscina cuando la vaciaban. Los cuidadores me dijeron: "Normalmente limpiábamos la piscina cuando ella no estaba dentro. La sacábamos atrayéndola a la plataforma lanzando cosas que la hacían salir del agua. Pero esto cambió a medida que crecía. Una vez lo hicimos con un cubo, y la bloqueamos en la plataforma. Parece que no le gustó, porque el día siguiente no vino a por el cubo. Entonces lo intentamos con un pescado: vino a por él, lo cogió con la boca y cuando se dió la vuelta le cortamos el paso y se tuvo que quedar en la plataforma. Al día siguiente salió volando y nos desbordó completamente volviendo a la piscina con el botín en la boca. Al día siguiente le pusimos el pescado y ni siquiera movió una aleta. Y de ahí ya no se movió. Así pues, sacamos y metemos el agua con ella dentro. En fin: la unidad de rehabilitación es suya y tiene el privilegio de elegir dónde se queda"
En estos cinco meses, he desarrollado un gran respeto por toda clase de animales. Me parece notable la lucha de un pulpo por escapar de un cubo: cómo estira sus largos brazos llenos de ventosas para intentar seguir vivo. Nunca, ni en el último minuto, se rinden. Pues lo mismo pasa en el caso de Badem. Sabe cómo capturar y comerse cada criatura marina. Si la presa es un pulpo, su táctica es acorralarle y cogerle por la cabeza. A continuación, mover la cabeza en el aire, como si estuviera escuchando rock duro, hasta que los brazos del pulpo caen exánimes y se convierten en algo fácil de tragar. Pero con las anguilas hace algo completamente diferente: captura a la presa por la cabeza y la muerde desde la cabeza hasta la cola, y despues se la traga. Cuando ves a Badem alimentarse por sus propios medios, te sientes orgulloso.
Recomiendo encarecidamente a todos visitar la página web de AFAG. Y no lo hago porque tenga aquí limitaciones de espacio, sino porque nunca os podré describir suficientemente lo linda que es su cara, cómo es su movimiento ondulado bajo el agua o sus inacabables volteretas, el aspecto de sus aletas traseras -como un tulipán cuando describe remolinos- ni sus grandes ojos de almendra.
Las fotos siempre sirven para imaginar lo que no explican las palabras. Aún así, una foto del momento en que la liberamos no conseguiría transmitiros hasta qué punto este fue un día muy especial, muy emotivo para todos. Cuando ya no puedes hacer nada más para proteger a quienes amas, rezas. Admito que eso hice cuando se marchó, aunque no soy una persona religiosa. Su piscina está vacía ahora. Su reunión con la naturaleza es una pérdida gozosa para todos nosotros.
İlksen Dinçer Baş, Foça, Turkey, Abril de2007.
I˙lksen Dinçer Bas¸, turca, dejó la docencia para ser escritora y ha apoyado durante mucho tiempo el Grupo de Investigación de la Foca del Mediterráneo (AFAG).
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